Por Raquel Amarilla Vera
En Paraguay, donde la naturaleza ofrece una abundancia de frutas y verduras frescas, no es raro ver a la señora del barrio licuando perejil, piña y apio con la promesa de “desintoxicar” el cuerpo. Los famosos jugos verdes se han vuelto una tendencia en las redes sociales, en los gimnasios y hasta en los remedios caseros que nuestras abuelas miran con escepticismo. Pero, ¿realmente hacen bien? ¿O estamos simplemente cayendo en una moda sin fundamento?
El boom de lo “detox”
Los jugos verdes suelen prepararse con una mezcla de vegetales de hoja (como espinaca, rúcula o perejil), frutas (piña, manzana verde, limón) y algunos complementos como jengibre o chía. Se promocionan como antioxidantes, antiinflamatorios, quemadores de grasa, depurativos y energizantes. Algunos influencers locales hasta aseguran que curan el hígado graso, limpian los riñones y hasta “sacan la hinchazón del estómago”.

Los beneficios reales
Consumidos con moderación y como parte de una alimentación equilibrada, los jugos verdes pueden ser un gran aliado para la salud. Son ricos en fibra (si no se cuela), vitaminas del complejo B, vitamina C, hierro y antioxidantes. Para quienes no consumen muchas verduras en su dieta diaria, puede ser una forma práctica de incorporarlas.
En comunidades como San Lorenzo o Encarnación, donde el ritmo diario a veces no da lugar para una ensalada al mediodía, muchas personas prefieren comenzar el día con un jugo verde y una chipa guasu, convencidos de que así equilibran las cosas.
“Yo tomo de lunes a viernes y me siento más liviana”, cuenta doña Antonia, vendedora del Mercado 4. “Pero el fin de semana me doy mi gusto con un mbejú o una sopa paraguaya, porque uno tampoco va a vivir a agua y pasto.”
Los riesgos que nadie cuenta
Sin embargo, no todo es tan saludable como parece. Tomar jugos verdes en exceso puede generar desequilibrios. Algunos vegetales crudos, como la espinaca y la acelga, contienen oxalatos, que en grandes cantidades pueden afectar la salud renal. Además, los jugos suelen concentrar mucho azúcar si se abusa de frutas dulces, lo cual no es ideal para personas con diabetes o problemas metabólicos.
Y ojo, porque muchas personas los consumen como reemplazo de comidas completas, cayendo en dietas extremas y desequilibradas.

Recomendaciones con sabor nacional
El consumo de jugos verdes puede ser beneficioso si se toman con criterio. Aquí algunos consejos al estilo paraguayo:
- No reemplaces comidas completas. Acompañalo con alimentos ricos en proteínas como huevo hervido o queso paraguay.
- Usá más verduras que frutas. Si ponés mucha banana o piña, se convierte en postre.
- No todos los días. Dos o tres veces a la semana es más que suficiente.
- Consultá a un nutricionista. Cada cuerpo es diferente, y lo que le sirve a uno puede hacerle mal a otro.
Conclusión
Los jugos verdes no son ni milagrosos ni malignos. En Paraguay, donde el tereré y el jugo natural son parte del día a día, es importante diferenciar entre lo que es saludable y lo que es marketing. Escuchar al cuerpo, equilibrar la alimentación y recordar que ninguna moda sustituye una buena costumbre, es el verdadero secreto para cuidar la salud sin dejar de disfrutar de nuestra identidad culinaria.
Más historias
El impacto silencioso del alcohol en Paraguay: entre la fiesta, el volante y el hospital
¿Por qué te levantás varias veces en la madrugada para ir al baño? Causas médicas, psicológicas y cuándo preocuparse
Violencia sexual en Paraguay: una crisis con rostro propio