La humedad excesiva puede afectar tu cuerpo de muchas formas: sensación de agotamiento, sudoración constante, problemas respiratorios, e incluso infecciones en la piel. Aquí tenés algunas recomendaciones prácticas para cuidarte sobre todo durante este fenómeno de ingreso de aires húmedos cálidos en la región que al chocar con un ambiente fresco termina condensándose y llenando de agua las paredes, ventas y pisos.
1. Mantenete hidratado
Aunque sientas que estás sudando mucho, el cuerpo sigue necesitando agua. Bebé constantemente, incluso si no tenés sed. Evitá bebidas azucaradas o con cafeína que aumentan la deshidratación.
2. Usá ropa ligera y transpirable
Elegí ropa de algodón, lino u otras fibras naturales. Evitá las telas sintéticas que atrapan el calor y la humedad. Los colores claros también ayudan a reflejar el sol.
3. Ducháte más seguido
Las duchas tibias ayudan a refrescar el cuerpo, evitar infecciones por sudor y mantener la piel limpia. No uses agua muy fría porque puede alterar la regulación térmica.
4. Ventilá los ambientes
Abrí las ventanas en horas frescas (mañana y noche). Usá ventiladores o aire acondicionado si es posible. Un deshumidificador también puede ser muy útil en espacios cerrados.

5. Evitá actividades físicas intensas durante el día
Practicá ejercicio en las primeras horas de la mañana o al anochecer. En ambientes húmedos, el cuerpo tiene más dificultad para enfriarse, lo que aumenta el riesgo de golpes de calor.
6. Cuidá tu piel
La humedad favorece la aparición de hongos y sarpullidos. Mantené la piel seca en zonas sensibles como ingles, axilas y pies. Usá talcos absorbentes si es necesario.
7. Usa calzado adecuado
Evitá los zapatos cerrados por largos períodos. Optá por sandalias transpirables o calzados que permitan la circulación de aire, especialmente si vas a caminar mucho.
8. Alimentate ligero
Evitá comidas muy pesadas o grasosas que sobrecargan el sistema digestivo. Optá por frutas frescas, ensaladas y alimentos que ayuden a mantenerte fresco y nutrido.
9. Controlá la humedad en casa
Secá la ropa en ambientes bien ventilados. Evitá dejar toallas húmedas o ropa mojada en interiores. Usá productos anti-humedad (bolsas de sílica, carbón activado, etc.).
10. Prestá atención a signos de golpe de calor
Dolor de cabeza, mareos, confusión, piel caliente o pulso acelerado pueden ser señales de un golpe de calor. Si los notas, detén toda actividad, hidrátate y busca un lugar fresco.
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